martes, 26 de marzo de 2013

¡Cariño, he encogido a la sudadera!



 ¡Ayomá, mi cuqui! ¡Ayomá, que ma lan encogío! Puff puff puff puff. Este regalico amoroso que servía pa tó,   pa un roto pa un descosío, pa ponérselo a mi perriña cuando tenía frío, pa limpiar la encimera de la cocina, pa ponérmelo en el pompi cuando me venía la rojuela y no tenía compresica a mano..., vamos, una sudaderica polifacética.
Lo único que le falta es un poco de elasticidad porque metérmela por la cabeza me retrotrae a mi debut como ser humano en este mundo, y porque, básicamente, es mejor decir: ¡Cariño, he encogido a la sudadera!, que decir, ¡Cariño, he ancheao gracias al chocolate que me meto entre pecho y espalda todas las nuits! Aún así, me queda bien, ¿no?
¡Ah!, sé que me copiais todos mis modelicos, asín que lo de las zapatillas desatadas (como yo) no lo hagais sin la supervisión de un colega al lado si pensais salir con ellas así por la calle. Que queda muy guay, sí, pero yo me las dejé así porque al irme a poner en ropiella de casa se me ocurrió hacer este POUUUSTTT, pero no me apetecía volver a atármelas, etc., etc.
Así que ya sabeis, aceptar lo que teneis, pero, si cuela, adornarlo un poco.
-Ma-



2 comentarios: